Imágenes para colorear huaso Chileno y guitarrera
La Guitarrera De Quinchamalí
Es la historia de una guitarrera que se enamoró de un huaso chileno, dibujos para colorear huaso, colorear La Guitarrera De Quinchamalí (Leyenda Campesina
![La_guitarrera_de_quinchamali La_guitarrera_de_quinchamali](https://lh6.ggpht.com/-AhuErpAbQ7Y/Tl1P7kkGr3I/AAAAAAAAZQA/qO3ZRQNPV2c/La_guitarrera_de_quinchamali_thumb%25255B1%25255D.jpg?imgmax=800)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5kuuzJ6dvWyI8EV52YOv88b4ABq5JlVNGBfcyi-iqpywoUPDr9LfoNn6vXaKHCOQZ78vwHN8KZZsIOaUiZNHBCtBbUnxPS5qEepqzMd0xkHXm2-OWeO1frgFRpqT3a7Gzqm62n3_3Wxc/s200/la_guitarrera_de_quinchamali2.jpg)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3i9aTYf8hg8txfHKC6Hbwcs759F8cdqHJnlcuyEe2aF_DG0AAFM5nViGRIWW2xw6WVNR6OtDp9rRPGEGvW1nzY5-twU6U5MYgrkadMB0GWwkfwthz9ayjd0vDiDvNy2B2WL67yCjvxhw/s200/la_guitarrera_de_quinchamali3.jpg)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhv5CT28S2In1V2CGRI5ozYOpNne-YUnPb-C7N2XfiAff0_-vJORVXjkhhfeX-L5ydUT35-T7xg9amnubyrIhORnl74bhDbgIx3ZCwU-CUobzxcb0Q-AZ0veoo35SNQWSr3WvGZv-deaUk/s200/la_guitarrera_de_quinchamali4.jpg)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyhuduAqbd1oiZ3CCtFQkI_vzEdBhPe7EiY28KoL1fMITmsCYtFSlOwWzZi4Hj24BPMPuuhdwv79mvAqwxmSf_W_MBS832Jup5m8ouZrCkNA4z3fto2t1IQLi1ccT-aECNgvEa3pVdclc/s200/la_guitarrera_de_quinchamali5.jpg)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJ-bep5mbnnbSXrtDjWG8Lj8wZPixZyfj7-Qz35GzlYzPOvLFYoaDn9uwO8jcMwRcA9kfjo7rq6BASAIhQiP4a_M8I2uvUyjxTlKppDCYoVo1bmPp3KyBRgEdGGLS60wmEgEtiq-VVpq8/s200/la_guitarrera_de_quinchamali6.jpg)
La Guitarrera De Quinchamalí (Leyenda Campesina)
En Quinchamalí, un pueblo de la Provincia de Ñuble, Región del Bio Bío, vivía una mujer muy especial. Ella enviudó muy joven y no tenía hijos, su gran compañía era la música y era una talentosa guitarrista. Nadie como ella cantaba tan lindo con su guitarra, ya fuera con cuecas alegres, refalosas y graciosas bromas. No hubo fiesta, matrimonio, bautizo o velorio en que la guitarrera no fuese la invitada de honor. Además de bonita, era ingeniosa y alegre y así su vida transcurría lindamente.
Resultó que cierta vez, en uno de estos tantos eventos en los que ella participaba, conoció a un huaso llegado de otra provincia. Ella, linda, pícara, graciosa y risueña, al ver a este huaso varonil, alegre, se acercó y se hicieron muy amigos; ambos se entendieron de inmediato. Y así, compartiendo guitarra y canciones, comenzaron un gran amor.
El tiempo pasaba y su amor iba creciendo cada vez más. Todos los días se encontraban bajo un peral con la luz de la luna o a mirarse en los reflejos de los rayos del sol de los amaneceres.
Pero al cabo de un tiempo, el huaso debió retornar a su tierra. Partió jurando amor eterno a la guitarrera, y prometiendo regresar a buscarla, y en tanto él le mandaría recados de amor con los arrieros, que cada cierto tiempo pasaban por el lugar llevando a pastar a sus animales.
Llena de esperanzas, la guitarrera esperó al huaso. Pero aguardaba en vano, pues él no daba señales de vida.
Durante su larga espera, la guitarrera iba a tocar su instrumento y cantar sus esperanzas bajo el peral, alejándose de todos sus amigos. Mientras que en el pueblo echaban de menos su música y sus bromas que animaban las fiestas.
Y así, una madrugada la encontraron muerta bajo el peral, con su guitarra en sus brazos. Comprendieron la causa y la lloraron por un largo tiempo.
Este gran amor fue el que inspiró a las alfareras de Quinchamalí, quienes hasta hoy hacen con sus manos el famoso cántaro que muestra a la guitarrera vestida de negro, que parece tocar y cantar las penas de su mal pagado amor y de su felicidad jamás cumplida.
Texto e imágenes de Daniel Jarpa Riffo
No hay comentarios:
Publicar un comentario